Ernesto C. Lara

Ernesto C. Lara, un amado y querido Esposo, Padre, Abuelo y Bisabuelo, fue llamado a la Casa del Señor el 29 de agosto de 2025, a la edad de 83 años. Nació el 10 de febrero de 1942 en Esqueda, Sonora, México, y llevó siempre consigo el espíritu vibrante y la rica herencia de sus raíces, las cuales compartió generosamente con quienes lo rodeaban.

Conocido por su personalidad jovial, Ernesto era un verdadero bromista con un notable sentido del humor que iluminaba cualquier lugar. Disfrutaba entrelazar pequeñas “mentiritas blancas” en sus relatos, no con malicia, sino como una manera juguetona de entretener y sacar sonrisas a sus seres queridos. Ya fuera actuando una escena o contando anécdotas de su vida, su naturaleza sociable lo convirtió en una presencia magnética para todos los que tuvieron la fortuna de conocerlo.

Apasionado ranchero y amante de los caballos, Ernesto tuvo un lazo especial con su caballo favorito, Conejo. Ese amor por los animales reflejaba también el profundo cariño que sentía por su familia, a la cual consideraba su mayor logro. Atesoraba cada momento con sus hijas —Melva Lara Montiel, Azucena Lara Silva y Verónica Lara Figueroa— y con su hijo, Ernesto Lara II, llamando con ternura a sus nietos “indios”.

Un capítulo muy especial en su vida fue su historia de amor con su esposa, Matilda Lara, a quien conoció en Esqueda, Sonora. Ella fue su compañera incondicional, compartiendo sueños, metas y estando a su lado hasta el final. Su unión fue un verdadero ejemplo de amor, fortaleza y complicidad, dejando una huella imborrable en la familia que construyeron juntos.

El legado de Ernesto será celebrado durante la velación el 10 de septiembre de 2025, de 5:00 PM a 9:00 PM en Martínez Funeral Chapels, Tucson, Arizona. Posteriormente, se llevará a cabo una Misa el 11 de septiembre de 2025 en Our Lady Queen of All Saints, a las 11:00 AM. Familiares, amigos y todos aquellos cuyas vidas fueron tocadas por él están cordialmente invitados a reunirse para honrar su memoria y el amor que compartió.

Aunque ya no está físicamente entre nosotros, el espíritu de Ernesto C. Lara perdura en su familia y en los incontables recuerdos que juntos crearon. Permanecerá por siempre en sus corazones, inspirando risas, unión y amor mucho más allá de su última despedida.

Te amamos papa!